Para tí . . .

Tratando de borrar tu imagen de mi pensamiento, destruí aquellos escritos que hice pensando en ti.

Quise olvidarte, lo intenté, pero no pude; no puedo borrarte de mis pensamientos ni mucho menos dejar de pronunciar tu nombre. Todo es tan mágico cuando te veo, que siento como si a tu paso se construyera un camino de rosas y otras hermosas flores multicolores que a la vez hacen que estés radiante y encantadora.

No puedo dejar de observarte cada vez que te cruzas en mi andar afuera de tu clase. Y si te veo de lejos es imposible el no suspirar.

Muchas veces son las que apareces radiante y encantadora ante mis ojos, y de la misma forma en mis pensamientos tu imagen es provocadora de innumerables suspiros. Sin embargo, así como en muchas ocasiones iluminas mis pensamientos, en otras ocasiones los borras con alguna acción tuya.

Sé que definitivamente no soy tan importante para ti como yo lo desearía, pero para mí, tú sí lo eres.

Setiembre 2008

¿Periodismo Sensacionalista?

Todos tenemos la necesidad de sentirnos reconocidos y asimismo recibir el reconocimiento de otras personas en algo que hayamos realizado de manera admirable y que por ende nos haya dado resultados por demás exitosos. Quién no se ha sentido tan feliz alguna vez por haber destacado en algo y considerarse en ese momento "mejor" que las personas que están a su alrededor.

Algunas teorías psicológicas indican que la necesidad del reconocimiento es algo innato y que todos la buscan. Aunque por supuesto el grado, la frecuencia con que suceda esto en cada persona es muy relativo; no obstante estas no serían razones o motivos justificables del comportamiento que a veces realizan pseudo profesionales del Periodismo, que por el afán de destacar o en todo caso buscar el reconocimiento en su medio laboral, cometen algunas faltas a la ética.

Acciones nada loables en las que incurren en pos de satisfacer el morbo existente en las personas (algo que tajantemente no se puede negar) y con ello conseguir las tan ansiadas ventas de diarios o aumento de la sintonía ya sea televisiva o radial. Y es justamente esta última la que de un buen tiempo a esta parte ha aumentado en cometer excesos; sobretodo en radios de frecuencia modulada que han hecho del Sensacionalismo parte de su repertorio infaltable.

Insultos, groserías, palabras soeces, son por demás el menú que cada día dan mis “queridos colegas” pasado el mediodía al ya tan vilipendiado arequipeño. Y es que a acaso se busca ¿educar o maleducar? Recordemos que somos los llamados “maestros de aulas abiertas” y que tenemos una gran responsabilidad social, la que misma que debe de estar en primer lugar al momento de informar sobre algo. El tener en cuenta que los lectores, televidentes u oyentes no sólo son personas adultas, sino también en muchas ocasiones menores de edad que aprenden una avalancha de nuevas palabras y además modelos de comportamiento que luego imitarán.

Y te conocí ...

Tan sólo te vi pocas veces y ya eres alguien especial para mí.Cuando te veo es como si fuera un sueño. Te veo tan radiante, tan bonita, me gusta mucho tu sonrisa.
Ayer en la mañana cuando te ví en la biblioteca, pensé que no me reconocerías; yo estaba dudando si acercarme a saludarte o no, es que pensaba: "qué tal si no se acuerda de mí". Pensaba en eso a la vez que buscaba el libro que necesitaba.Verte tan linda, apreciar tu lindo rostro, contemplar y corroborar que eres alguien responsable y estudiosa.
Todo ello me causa suspiros...¡De pronto volteas y me descubres mirándote, y para mi gran alegría me sonríes y me saludas! (qué felicidad sentí dentro mío al saber que sí te acordabas de mí).Yo me acordaba de tu nombre, es por eso que te llamé (simulé necesitar ayuda) te hice una seña para que te acercaras, ese era el pretexto para estar a tu lado unos minutos.
Que linda sonrisa tienes, aún recuerdo ese momento en que me saludaste, se ha quedado impregnado en mi mente.Tal vez lo que estoy escribiendote ahora se quede mucho tiempo aquí, escrito en este papel si que tú lo leas, deseo que no sea así.
Enero 2007

Mis momentos de catarsis

Qué mejor que un sitio en donde puedo expresar todo lo que siento en mi interior y que muchas veces no revelaba o por lo menos no abiertamente (hasta ahora).